Los Caminos de la Lectura

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Los Caminos 
de la Lectura

Verónica Carrera



Que los chicos no leen es una frase muy instalada en los ámbitos infantiles, sin embargo no es del todo verdadera; está comprobado que cuando a los chicos se les facilita el acceso a los libros, el número de lectores aumenta.

Como punto de partida, tengamos en cuenta que la lectura es un acto voluntario y, a la vez, un proceso que dura toda la vida. Cuanto antes comience este proceso, mejor; pero, para espantar culpas, es bueno saber que este recorrido puede iniciarse en cualquier momento y que el primer paso puede partir, incluso, desde un lugar impensado. Un niño lector se forma en complicidad con un adulto mediador (familiar, maestro, amigo, bibliotecario, librero...), por eso es positivo que todos los que somos lectores nos animemos a asumir el rol de mediadores cada vez que tengamos la oportunidad. ¡Nunca se sabe a dónde puede llegar ese puntapié!




Si bien las motivaciones y los incentivos para leer son muchos y variados, hay hábitos que se pueden implementar a cualquier edad en la casa y en la escuela, tan básicos y simples como los siguientes:

  • Contarles o leerles historias en voz alta a los chicos es una costumbre que puede empezar muy temprano, ya que desde bebés la voz de la mamá es un elemento que brinda tranquilidad y ayuda a incorporar el mundo.
  • Generar situaciones de lectura conjunta, como leer en presencia de los chicos y compartir apreciaciones sobre las historias contenidas en los libros (cuentos favoritos en la niñez, anécdotas sobre las personas que los contaban, personajes favoritos, etc.) se pueden transformar en invitaciones efectivas a la lectura.
  • Concurrir a lugares donde hay libros, sean éstos bibliotecas, librerías y ferias de libros, es una experiencia divertida que permite explorar y manipular diferentes tipos de obras, mientras colabora a desarrollar la capacidad de elegir, tan importante en todos los órdenes de la vida.
  • Asistir a espectáculos de narración oral de cuentos y presentaciones de libros infantiles, además de ser una salida que abarca varias edades, brinda la oportunidad de establecer un contacto en vivo y en directo con la literatura y sus protagonistas.
  • Incentivar a los chicos a intercambiar, regalar y recomendar libros a amigos y compañeros es una estrategia interesante para que ejerciten la capacidad de compartir y para que se contagien el placer entre ellos.

Lo fundamental es lograr que leer sea una actividad vital, que circule por diferentes espacios, que se pueda incluir en planes de familia, de escuela, de amigos y que esté, como todos los aprendizajes de la vida, en continuo crecimiento y transformación. Todavía tenemos que romper viejos modelos que asocian la lectura a un estereotipo estático, pero quienes disfrutamos de ella sabemos que genera libertad, movimiento, creatividad y la posibilidad de conocer nuevos mundos.

2 comentarios: Leave Your Comments

  1. Hola Verónica, aquí Andrés Sobico, quizá me conozcas por una publicidad de afeitadoras...
    Ahora en serio, soy parte del Taller Nación Cracovia cuya presidenta y reina es Graciela Repún.
    Y en vez de hablar de mí te dejo un link a l Biblioteca Imaginaria, donde me han publicado 6 o 7 veces.
    http://www.educared.org.ar/enfoco/imaginaria/biblioteca/?p=129

    y otro a mi blog sobre LIJ intitulado "Los niños son, básicamente, mamíferos"

    http://andresobico.blogspot.com/

    saludando este nuevo emprendimiento.
    Dar de leer salvará al mundo (o lo que queda de él)

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  2. Hola, Andrés! Gracias por tu comentario. Ya me daré una vuelta por tu blog y por el enlace de Imaginaria que me dejás.
    Un saludo, Verónica

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